Somos muchos los que relacionamos el diseño escandinavo con el esencialismo estético y el funcionalismo. Sin embargo, hay creadores, como la danesa

Las chuches disparan la creatividad de esta artista, que diseña lámparas o jarras que tienen un sabor muy dulce.
Tras graduarse en diseño de moda en el prestigioso Saint Martins College of Art and Design de Londres, Mardhal ha exhibido su trabajo en todo el mundo, y ha trabajado con clientes como Smart, Muuto, Flora Dania y Stine Goya. Pero su pasión por los colores vibrantes y las formas orgánicas le viene de la infancia: su sueño era tener una tienda de golosinas y ello ha influido de forma contundente en su trabajo como diseñadora. Sus colecciones Bon Bon, recipientes para caramelos hechos de vidrio soplado, son una extensión de su universo de caramelo, donde explora el contraste entre las formas orgánicas y la resistencia del vidrio soplado.
Para Mardhal, “el buen diseño proviene de un profundo conocimiento de los diferentes materiales y de un gran respeto por su expresión natural”. Esta idea se deja ver también en una de sus más exitosas colecciones: las lámparas de vidrio Candy, que recuerdan a caramelos gigantes, una reinterpretación lúdica y artística de sus entrañables recuerdos de infancia. Sus diseños nos emocionan porque nos transportan a un momento feliz.